Ya hemos regresado de nuestro viaje a Barcelona. Casi 13 días de turismo, comilonas, paseos, tiendas y bullicio. Por segunda vez he podido admirar el encanto de esa ciudad monumental plagada de arte en cada uno de sus rincones. Otra vez hemos disfrutado de la compañía y hospitalidad de toda la familia de Marta: Su madre, su hermana, su hermano, cuñada, sobrinas, Xan, su gran amigo Juan, Montse, Santi, Joana, Manel..... gracias a todos por compartir algunos de esos días con nosotros. Esta vez nuestra visita estuvo marcada, turísticamente hablando, por dos lugares indispensables que se nos quedaron en el tintero el año pasado. Uno de ellos es "El pueblo español", una pequeña joya, un entorno construido para ser admirado, donde monumento tras monumento se han engarzado las calles de este lugar insólito. Está levantado atendiendo a distintos emplazamientos y monumentos relevantes de toda la geografía española. Un auténtico placer pasear por sus pequeñas calles abarrotadas de réplicas de edificios monumentales. Se respira artesanía en cada uno de sus rincones. La otra gran visita fue al "Parque Güell" un enclave ideal para meditar, para perderse en el torrente creativo de Gaudí,... jardines, fuentes, techos, grutas, todo exquisitamente puesto, cuidadosamente "roto", desgranado, bamboleante y sutil como referente de la obra de este genio de la arquitectura.... Fueron dos visitas de auténtico lujo, unos espacios únicos, dignos de ser contemplados por cualquiera......... Bueno hubo otro momento, otra visita no menos placentera,........ "La Gran Calçotada en casa de Pedro",.... pero eso,........ es otra historia, digo, otro post.
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on martes, enero 30, 2007 at 11:50 p. m..
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